Adquisición o transmisión mental de conocimiento (información) a través de Percepción extrasensorial (PES; Criptestesia, 6º Sentido). 

Clarividencia: Simulcognición, Clarividencia temporal

Retrocognición (Retromonición)

Clarividencia objetiva (Doble vista)

Clarividencia espacial: Criptoscopia, Autoscopia, Heteroscopia

Precognición (Premonición)

Recursos mediadores: Radiestesia, Hialoscopia, Psicometría...

Clariaudiencia, Hipermnesia, Xenoglosia

Telepatía: Captación (Molestia captada), Sugestión telepática, T. Voluntaria

Experiencia extracorporalEncuentro anticipado, Abducciones oníricas, Viaje astral en casa, Nico en sueños

Odoo • Texto e imagen

Clarividencia (Videncia, Telestesia, Metagnomia)

Visión a través de la materia densa, sin obstáculos de distancia ni tiempo (del latín clare y video, “ver claramente”). Es una facultad que se manifiesta con la activación del Tercer Ojo (ojo de la visión etérea, ojo del alma; simbólicamente situado un dedo por encima del entrecejo), que corresponde al 6º chakra del hinduismo, Ajna. Se sitúa en el centro del cerebro, en la intersección de una línea vertical desde la fontanela y una horizontal desde su localización simbólica. Es asociado unas veces con la glándula pineal (epífisis, que forma parte del hipotálamo), y otras con la pituitaria (hipófisis, “glándula maestra”). La glándula pineal es relacionada actualmente con un auténtico “tercer ojo” (ojo parietal), sensible a la luz, encontrado en algunos lagartos, anfibios y peces, y regula los ritmos circadianos, mientras que la glándula pituitaria controla la función de casi todas las demás glándulas endocrinas y regula la mayor parte de los procesos biológicos del organismo.

Suele ir acompañada de Clariaudiencia

El antiguo término de Telestesia (del griego tele y estesia, “sensibilidad a distancia”) expresaba la idea de que el sujeto tiene una sensibilidad (visual, auditiva, olfativa, táctil, gustativa) a distancia respecto a un determinado objeto. Así por ejemplo, cuando en un experimento se guarda una figura en un sobre y solicitamos al sujeto que la perciba, algunos autores suponen que el sujeto la ve o la toca extrasensorialmente. Sería un fenómeno de hiperestesia indirecta.

Cuando se utiliza para descubrir trastornos físicos o psíquicos de una persona, se llama Telediagnóstico (psico_, para_).

La clarividencia se puede considerar demostrada experimentalmente desde los trabajos de Joseph Banks Rhine (botánico estadounidense, 1895-1980, pionero de la Parapsicología, fundador del laboratorio de Parapsicología de la Universidad de Duke y del Journal of Parapsychology) y su equipo en la Universidad de Duke (Durham, Carolina del Norte), publicados en su libro “Percepción extrasensorial”, 1934 (título que es, al mismo tiempo, creación del término), utilizando las Cartas Zener (mazo de 25 naipes con 5 palos diferentes: círculo, cuadrado, signo de suma, tres líneas onduladas paralelas y una estrella de cinco puntas) y especialmente por los resultados obtenidos con el dotado Hubert Pearce (ver Telepatía).

Tomando como criterio la percepción del tiempo, la clarividencia se puede dividir en dos categorías generales: Simulcognición (conocimiento directo del presente, de lo que está pasando simultáneamente en otro lugar o dimensión inaccesible a la percepción común) y Clarividencia temporal (facultad de ver el pasado o el futuro). Les expongo aquí las distintas subcategorías.

Retrocognición (Retromonición)

Conocimiento de sucesos pasados ignorados por el sujeto. Por ejemplo, la habilidad de conocer situaciones o hechos vividos por otras personas en otros lugares, sin que se sepa nada de las mismas, ni haber estado nunca en esos lugares.

El Dr. Milan Ryzl, bioquímico checoslovaco, realizó a partir de 1.962 y durante una década un estudio cuantitativo con sujetos sensitivos bajo estado hipnótico (publicado en la prestigiosa revista científica británica Nature), demostrando que este fenómeno existía y que su manifestación se incrementaba en estado de trance. La probabilidad de que los resultados obtenidos se debieran al azar fue de 1/500000, extremadamente superior a valores usuales de significación estadística en los contrastes de hipótesis (1/20 o 1/100). Joseph Gaither Pratt (1910-1979), psicólogo norteamericano especializado en el campo de la Parapsicología, lo calificó como el mayor número de pruebas confirmatorias de la PES, en el mayor período de tiempo de demostración, logrado experimentalmente (en laboratorio).

Clarividencia objetiva (Doble vista)

Percepción del aura de otras personas, y de objetos, entidades etéricas o astrales, que estén alrededor del dotado: seres fallecidos, santos, vírgenes, demonios, gnomos o hadas. Muchas personas afirman haber percibido, en el momento de la muerte de una persona, una especie de nube, de forma más o menos corpórea, que sale del cuerpo y se aleja de él.

Clarividencia espacial

Percepción de objetos o sucesos en distinto espacio (lejanos u ocultos), en la misma unidad de tiempo, siendo la observación sensorial imposible.

Criptoscopia

Facultad de percibir lo contenido en cuerpos opacos: por ejemplo, objetos que están en habitaciones cerradas, en una maleta, o una caja cerrada, leer libros cerrados, etc.

Autoscopia (del griego autos y scopein, “observación de sí mismo”)

Visión del propio cuerpo, como si se fuese un observador ajeno. La Autoscopia interna es la visión interior del propio cuerpo, especialmente de las vísceras. Es un fenómeno poco común, muy parecido a la alucinación y que muchas veces se confunde con ésta. Se presenta a menudo en las personas hipnotizadas. El dotado puede llegar a pronosticar con bastante anticipación una enfermedad que sufrirá en el futuro, e incluso su propia muerte.

Heteroscopia (Aloscopia; del griego hetero y scopein, “observación de otro”)

Visión de los órganos internos de otras personas, animales o plantas. Psicodiagnosis es la facultad que permite describir, diagnosticar y pronosticar cualquier cuadro patológico que pueda afectar a otra persona.

Precognición (Premonición)

Conocimiento de sucesos futuros libres. En los sensitivos se manifiesta generalmente respecto a acontecimientos emocionales, vinculados o no con ellos (es frecuente que haya alguna vinculación personal): catástrofes, accidentes, asesinatos, suicidios, éxitos, etc.. Son ejemplos de esta capacidad las corazonadas (intuiciones, premoniciones inconscientes) o los sueños premonitorios (frecuentes en la anticipación de graves accidentes terrestres, marítimos o aéreos, o de asesinatos políticos), las revelaciones o las profecías.

Es un fenómeno compatible con el Principio de Causa y efecto, y con el libre albedrío. El destino está sujeto a múltiples condicionantes, uno de los cuales puede ser este conocimiento anticipatorio, evitando personalmente un suceso posible, previniendo a otras personas, o influyendo en la evitación de las causas que darían lugar a ese futuro posible. Existen numerosos relatos de personas que salvaron su vida porque un sexto sentido inhibió su decisión de tomar un tren, avión o barco, que posteriormente se estrelló o se hundió.

El parapsicólogo estadounidense William E. Cox (“Precognition: An analysis II”, Journal of the American Society for Psychical Research, Volume 50, 99-109, 1956) demostró estadísticamente la precognición analizando el número de billetes vendidos para 28 trenes de pasajeros gravemente accidentados entre 1950 y 1955: en estos trenes siempre había menos pasajeros (10 veces menos) que en trenes similares del mismo día de la semana anterior, no pudiéndose explicar por razones de sentido común (el autor analizó también las condiciones meteorológicas y el número de billetes vendidos los seis días anteriores y el mismo día de la semana en las seis semanas precedentes).

Por ejemplo, el “Georgian”, un tren que hacía el servicio entre Chicago y el este de Illinois, se estrelló el 15 de junio de 1952, llevando sólo 6 pasajeros. En los días precedentes, los viajeros habían sido 68, 60, 53, 48, 62 y 70. Una semana antes, el 8 de junio, lo habían tomado 35 personas.

La probabilidad de que estos hechos fueran producto del azar fue menor de 0,01, con lo que se puede afirmar, con un nivel de certeza superior al 99%, que las personas tienen intuiciones premonitorias, que utilizan, consciente o inconscientemente, para evitar un peligro futuro.


Recursos mediadores para la clarividencia

La Clarividencia puede producirse sin un apoyo material, puede ser mediada por el contacto físico con otra persona (imposición de manos), por la utilización de algún objeto material (Radiestesia, Hialoscopia, Psicometría) o psíquico (por ejemplo, el nombre de la persona, en el caso de la Psicometría), o puede expresarse en la práctica de algún tipo de sistema de conocimiento o adivinación (mancia): Astrología, Grafología, Quirología (Quiromancia), Fisiognomía (interpretación psicológica de la apariencia corporal, especialmente de la cara), Cartomancia (Tarot), Numerología, Cafeomancia (posos de café), Cristalomancia (a través de los reflejos, vibraciones y energía que los cristales emiten), Ornitomancia (a través de las aves), Acutomancia (con objetos punzantes, como alfileres o agujas), Dominomancia (con las fichas de dominó).

Radiestesia (Rabdomancia, Zahorismo)

Videncia apoyada en el uso de una varilla de madera (generalmente de avellano) o metal, en forma de Y o L, o un péndulo. Sus posibilidades son inmensas: detectar corrientes de agua subterráneas, bolsas de petróleo, minerales, objetos perdidos, etc.

En la Radiediagnosis se diagnostican enfermedades (sitio donde está localizada una patología) pasando el péndulo sobre el cuerpo de una persona enferma.

Se habla de Teleradiestesia cuando se busca algo lejano: por ejemplo, pasando el péndulo sobre un mapa (plano) para buscar una persona desaparecida. Los aciertos obtenidos mediante la teleradiestesia confirman que la varilla y el péndulo no son imprescindibles, ni tampoco la proximidad física con lo que se busca.

En la Teleradiediagnosis se diagnostican enfermedades (sitio donde está localizada una patología) pasando el péndulo sobre una fotografía de una persona enferma, o sobre un dibujo detallado del cuerpo humano.

Hialoscopia

Videncia apoyada en superficies reflectantes: bola de cristal, espejo (Catoptromancia; por ejemplo, interpretando las imágenes que se reflejan proyectando la luz de una vela), agua, aceite, etc.

Psicometría (Psicoscopia)

Percepción de sensaciones sobre personas, lugares y hechos tomando en las manos objetos (testigos) relacionados con ellos (que han estado en su poder, en el caso de personas), o sólo conociendo su nombre. A la acción de “leer” un objeto de esta manera se le llama “psicometrizar”. La información obtenida provendría de vibraciones impregnadas en los objetos por emociones y acciones pasadas.


Clariaudiencia

Audición directa de sonidos y voces para los que no se detecta causa u origen físico (del latín clare y audio, “oir claramente”). Según los espiritistas, se conoce así a la facultad de escuchar las voces de los espíritus (almas desencarnadas).


Hipermnesia (Criptomnesia, Pantomnesia)

Evocación de vivencias sensoriales y percepciones subliminales pasadas, que quedaron registradas en el inconsciente, incluidas las experiencias intrauterinas, y otras vidas anteriores (estos recuerdos avalan la existencia de la reencarnación, y, en casos de contraste evidente de los mismos en la realidad, han de considerarse confirmatorios de la misma).

Este fenómeno se produce durante las regresiones (en estado de profunda relajación o en estado hipnótico), en las que se recuerdan y reviven emocionalmente todas las experiencias del pasado, tal como fueron vividas en su momento.


Xenoglosia (Glosolalia)

Facultad de hablar, en estado de trance, en lenguas desconocidas para el sujeto (incluso lenguas muertas o dialectos). A veces se trata solo de palabras o frases, pero hay casos excepcionales en los que se ha mantenido toda una conversación.

Desde el punto de vista parapsicológico, cabría explicarlo en base a una captación extrasensorial por el sujeto de estas lenguas, de un interlocutor en el pasado, o a través de un libro cerrado (criptoscopia), quedando impresas en el inconsciente. La manifestación de este “conocimiento desconocido” se produciría durante un E.A.C..

Ya ven que no falta imaginación si uno se empecina en mantener el propio marco teórico. Parecería más simple, por ejemplo, “ver” en la anómala expresión lingüistica la manifestación de una entidad (conocedora de estas lenguas) a través del sujeto, que actuaría de canal.


Telepatía

Transmisión mental de pensamientos o sentimientos (sensaciones) a distancia (del griego tele y pathos, “sentimiento a distancia”). Se puede dar de forma involuntaria o intencionada. Si hay voluntariedad en emisor y receptor, el primero tiene que concentrarse en lo que quiere comunicar, y el segundo dejar la mente en blanco. En la vida cotidiana se produce con mayor frecuencia entre personas relacionadas emocionalmente (especialmente padres e hijos, y hermanos, sobre todo gemelos) y en momentos de alta tensión emocional. Las mujeres y los niños parecen ser más receptivos. Los animales y las plantas también son sensibles a las comunicaciones telepáticas.

Existen tres casos de fenómenos telepáticos: captación (adivinación) de contenidos mentales (sin voluntariedad por parte de la fuente de los mismos), sugestión telepática (telebulia; la influencia mental: imposición de la voluntad del emisor, alojando contenidos mentales en el inconsciente del receptor) y transmisión y recepción voluntaria de contenidos mentales.

Uno de los sensitivos más importantes de la historia, Hubert Pearce (en aquel momento estudiante de La Escuela de Teología de la Universidad de Duke, y que afirmaba haber heredado su capacidad de clarividencia de su madre) se sometió a una serie de pruebas de PES entre 1.932 y 1.934, llevadas a cabo en la Universidad de Duke. Dirigió el experimento el Dr. Rhine y lo realizaron Joseph Gaither Pratt (psicólogo estadounidense especializado en Parapsicología) y Hubert Pearce. Para realizar la prueba se situaron en edificios diferentes. En uno mostraban, a una hora determinada, una carta Zener que nadie había visto, y así sucesivamente hasta un total de 25 cartas. En otro edificio, el sensitivo recibía la imagen por PES. Los ensayos duraron ocho meses y se efectuaron 1.850 pruebas. Pearce obtuvo un número extraordinario de aciertos, cuya probabilidad de ocurrencia por azar fue de 1 : 298023223876953125 (jesfebu.blogspot.com). Es una curiosa cifra, porque la factorización en números primos da el elegante resultado de 5-25.

Molestia captada (experiencia de captación, narrada por Beatriz de Busto)

"Durante mis 22 y 23 años tuve experiencias poco habituales. Supongo que se dieron porque estaba excesivamente estresada; a los 22 años mientras preparaba las oposiciones y a los 23 porque empecé a trabajar, tenía poca experiencia y mucho miedo a hacerlo mal.

La más destacable me ocurrió con 23 años, al poco de incorporarme a mi primer destino en el País Vasco. Estaba en la fase entre la vigilia y el sueño, por la noche sobre las 23:30, y de repente oí como un abogado que venía todos los días por el trabajo decía mi nombre, en un tono que no era de enfado, pero sí de cierta molestia hacia mí. Me incorporé en la cama de un salto y tuve que encender la luz para asegurarme de que no lo tenía allí a mi lado, porque eso parecía. De hecho ahora me río, pero en esos momentos me dio hasta por mirar debajo de la cama y detrás de la puerta. Era totalmente real.

Al día siguiente vino por mi trabajo, como siempre, y al verlo recuerdo que pensé “menudo sueño más tonto que tuve esta noche con éste y qué susto me llevé”. De allí a un rato vino a hablar conmigo y me dijo: “ayer por la noche me acordé de ti, y no precisamente de buen humor”. Cuando le pregunté el motivo me dijo que yo había quedado de notificarle una cosa ese día y que no lo había hecho, y que, repasando cosas en su casa por la noche, se había dado cuenta y se había sentido un poco molesto conmigo. Con disimulo le pregunté sobre qué hora había sido y me dijo que no lo recordaba con exactitud, pero que entre las 11 y 12 de la noche.

En este caso tuve claro que oí que me llamaba cuando él se estaba acordando de mí en su casa".


Experiencia extracorporal (EEC; viaje astral, proyección astral, desdoblamiento astral)

Experiencia vivida a través del cuerpo proyectivo, que comprende normalmente el conjunto de 3 cuerpos sutiles: astral (psicosoma), mental concreto (mentalsoma) y mental superior (cuerpo espiritual, vehículo del alma).

Ocurre normalmente de forma natural e inconsciente durante el sueño, pudiendo darse el caso de ser consciente (sueños lúcidos), y también puede ser aprendida y ejercitada de forma consciente durante la vigilia.

Al inicio de la EEC, durante el proceso de separación del cuerpo proyectivo, es habitual la sensación de no poder moverse (parálisis del sueño), lo cual puede ocurrir tambíen al final de la experiencia, durante la reincorporación. Es posible que despertar bruscamente a alguien del sueño lo asuste o le produzca una sacudida en su cuerpo, desde el tórax hacia las piernas (hablo de mi propia experiencia), debido a que se imposibilita una reincorporación suave y natural.

Hereward Carrington (1880-1958, investigador inglés de fenómenos paranormales) estudió en profundidad este fenómeno y llegó a calcular la extremadamente baja densidad del cuerpo proyectivo, que lo capacida para elevarse y flotar de una forma tan fácil en la atmósfera física: 1/1.000.000 respecto al cuerpo físico.

Encuentro anticipado (vivencia de José Miguel Martín Vázquez)

El 30 de septiembre de 1985 era un día importante para mi, porque, a pesar de que había ido a Cantoblanco (campus de la Universidad Autónoma de Madrid, a 15 km de Madrid) por primera vez en junio para la preinscripción, en aquella ocasión el tren iba casi vacío, y no había ambiente universitario. Ahora se trataba del primer día para hacer la matrícula de 1º de Psicología.

Me desperté por la mañana habiendo tenido un sueño muy especial: por la nitidez, por los detalles que recordaba y por la sensación de haber vivido algo real. Debo decir además, que es raro, ya desde aquella época, que yo recuerde un sueño, y sí me ha ocurrido que, cuando los he recordado, con bastante frecuencia han sido, en algún sentido, relevantes o significativos para mi.

En el “sueño” yo entro en una vivienda muy cercana a la Puerta del Sol, una vivienda de una casa antigua, en su planta baja. Tras atravesar la puerta, la voy recorriendo por entero. Es una casa grande, que está a oscuras, pero yo la puedo ver. Allí “conozco” a una chica de estatura media, delgada, morena, guapa para mi gusto, y con los ojos grandes (este rasgo me llamó mucho la atención). No se si ella me lo dice, o simplemente yo lo se: “Va a estudiar 4º de Económicas”.

Por la mañana camino hasta Atocha y cojo el tren a Cantoblanco. Los vagones estaban divididos en compartimentos de 4 (dos asientos hacia un lado, dos asientos hacia el otro). Me siento en el sentido del rumbo que tomará el tren, en el asiento de la ventanilla. El vagón se va llenando, y al poco llegan dos chicas que se sientan, una al lado mia, y otra enfrente de ella. ¡Qué sensación cuando veo a la chica que se sienta a mi vista! Efectivamente el “sueño” era más que un sueño. ¡Es ella! Yo no quise interrumpir la conversación entre ambas, aunque tenía un intenso deseo de hablarle: ¿cómo lo haría? Ellas iban hablando y yo la observaba: recordaba los ojos grandes del sueño y su fisionomía. La chica tenía gafas, un rasgo muy llamativo de ella era el tamaño aparente de sus ojos (efecto probable de lentes de hipermetropía), y los demás rasgos eran los que yo vi en el “sueño”. Ellas hablaban de sus estudios, que ya pude ir comprobando que se trataba de Economía... El tren llega a Cantoblanco, me bajo con ellas, y fue tan irresistible mi deseo de hablarle (a pesar de mi timidez en aquella época) y corroborar aún más mi seguridad interior de que no se trató de un sueño convencional, que me armo de valor y le hablo: “Perdona, yo he soñado contigo esta noche (me mira perpleja): vives al lado de la Puerta del Sol, ¿verdad? (“Sí”, me dice asombrada), y vas a estudiar 4º de Económicas (“Sí”, me dice con el mismo asombro). Yo voy a hacer Psicología”. La chica no abrió la boca (ni su compañera), sólo me miraba como un “bicho raro”... Así que me despedí de ella sin más, sintiendo un fuerte contraste entre mi entusiasmo interior y su renuencia a entrar en conversación. Un par de veces, en las semanas posteriores, me crucé con ella por la calle Atocha, como si no me hubiera visto nunca...

Abducciones oníricas (vivencia de José Javier Pardo Parrizas)

Teniendo unos 12 años, hasta que cumplí 17 más o menos, tuve casi todas las noches lo que yo en su día creí que eran abducciones.

Todo empezaba cuando me acostaba a dormir. Parece que podía, como los delfines, generar unas ondas cerebrales: era como un crujido detrás del paladar y los oídos, un krrrrrrrrrrrrr, que se iba convirtiendo en un pitido cada vez mas fuerte, hasta que, aún con los ojos cerrados, se convertia en una luz muy intensa. Desde ese momento, hasta que me despertaba, quedaba totalmente inmóvil, veía gente, veía que me llevaban, veia verme fuera de la cama, por encima de los edificios.

Todo acababa cuando me despertaba dentro de las sábanas en posición fetal, inmóvil sin querer. Hubo un tiempo en el cual estaba totalmente acojonado por dormirme.

Evidentemente nunca lo pude hablar con nadie, me hubiesen preguntado qué fumaba. Yo no fumaba ni bebía, hacía mucho ejercicio y puedo asegurar que yo lo vivía como real.

Ver ¿Extraterrestres? Abducción (40:27 min), un capítulo impresionante del Canal de Historia acerca del inquietante fenómeno de las abducciones. Dentro de lo interesante que resulta toda la emisión, quizás lo más llamativo sea el caso de Ron Noel, que ejemplifica el fenómeno de la monitorización con implantes extraterrestres.

Viaje astral en casa (vivencia de Pedro Ruiz Ramayo)

Hubo una etapa de mi vida donde creía en las vidas pasadas. Cuando salí del instituto llegó a mis manos un libro sobre viajes astrales ("Aventuras fuera del cuerpo", de William Buhlman) y probé. Tenía curiosidad, y ese libro me hizo sentir una sensación de aventura, de trascender mas allá de lo conocido. Nunca le tuve miedo, mi idea era explorar qué era eso, y en algún momento saber de vidas pasadas. Para mi sorpresa, a las 3 semanas de intentarlo tuve varias experiencias.

Recuerdo que la primera vez fue un viernes al mediodía mientras echaba una siesta y habiendo practicado una de las técnicas que comentaba el libro. Al rato de estar dormido (supongo), comencé a sentir unos ruidos, como si fueran ondas de radio, y sentía que estaba despierto en mi cama tumbado, pero mi cuerpo totalmente dormido. Como habia leido, intenté pensar en flotar, o algo así, y no pude. Así que rodé sobre mi mismo y caí al suelo, al lado de la cama.

En un principio no creía que había conseguido “separarme” de mi cuerpo, pero me levanté y al lado de mi cama ví mi cuerpo durmiendo... Tenia una consciencia alta y el tiempo parecia ser real. Miré mis manos “astrales”, perplejo y eufórico. Intenté gritar, pero con el único fin de probar si podía escucharme, y parecia no salir sonido alguno. Después pensé en flotar, y al momento me alcé a 2 palmos del suelo, y me desplacé hasta el salón de esa forma. Me acerqué a un mueble del salón intentando comprobar si era posible tocarlo y recuerdo atravesarlo. Después me acerqué al recibidor, donde teníamos un espejo, y quise mirarme en él: me ví sin ropa y como si mi cuerpo tuviera destellos. Al momento, de lo increible que me parecía lo que estaba viviendo, quise hacerme una foto, tener una prueba, y sabía que en la habitación de mi hermana había una camara de fotos. Fui hasta ella, me agaché a buscarla, y en ese momento sentí que todo se nublaba...

Al instante me desperté en la cama con todo el cuerpo, con una sensación de hormigueo, y sólo pude quedarme un rato pensando en lo real que había sido lo que había vivido. Escribí esa experiencia en una libreta, no quería dejarme nada. Tuve en 2 ocasiones más experiencias parecidas, pero no tan nítidas.

Nico en sueños (Poltergeist de Nico, narrado por Graciela Devicenzi)

No ha vuelto a aparecer, pero sí a hacerse presente a través de sueños, de esos que parecen reales, por lo menos una vez en la semana y con mensajes claros (expresados con su forma de hablar tipica de esa edad, al menos acá en Buenos Aires), y no a los más cercanos, que es lo más llamativo. Se trata de amigos o familiares de amigos. Cuando pasa, es simultáneamente, la misma noche, a varias personas a la vez, que no tienen mucho que ver entre sí, y vienen con la necesidad de contármelo.

Yo estuve una semana muy triste y repercutió en mi salud, me descompuse, no me pude bajar la presión. Entonces sucede, en la semana del 9 de septiembre de 2013, que una señora que yo vi una sola vez en la vida (tenemos una amiga en común, y Nico sí la conocía), vino a casa llorando a contarme que soñó que ella estaba perdida y terminaba en la casa de la madre, que había fallecido hacía 2 años. Su mamá estaba con Nico, sentados en una mesa, y ella le servía chocolatada de la marca que tomaba Nico. Querían que me dijera que no llore mas, que él estaba bien, que la muerte no existe, porque él se preocupaba por mi. La señora que estaba con Nico le decia a la hija: “Por favor, decile a la mamá ¡que deje que entre el sol!”. Esta es una frase muy especial para mi. 10 dias antes del accidente fue el cumple de mi marido, y estábamos toda la familia reunida. Como era 18 de diciembre y faltaba poco para el 21, el tema central era el fin del mundo, y hablamos toda la noche del cambio de era. Los mayores les hablábamos a Nico, Anto, y a todos mis sobrinos, del musical “Hair”, en el que se cantaba lo de la Era de Acuario, y justo buscamos en internet la cancion “Deja que entre el sol”. Empezamos a cantarla con mi hermana, y se prendieron todos los chicos, ¡que se morían de risa cantando todos juntos! Justamente le dicen en el sueño a esta señora que me diga que deje que entre el sol..., y ella, que no tenía ni idea se esto, me decía: “¡Abrí todas las ventanas!, ¡deja que entre el sol!”. Ésta era como una clave para que me diera cuenta que era él, algo así como el “idem” de la película Ghost.

Esa misma noche del sueño de la señora, soñaron 2 amigas de Nico y un amigo exactamente lo mismo: era un mensaje para mi, como que él no podía llegar a mi y los usaba a ellos para que me lo transmitieran.

En el momento que me estaba contando esto, por face se me abre una ventana y era una chica amiga de Nico, la cual estaba muy enamorada de él, y me dice: “Graciela, soñé con Nico, me decía que lo ayudara, que vos no parabas de llorar, que te diga que él esta bien, ¡que está con vos!, ¡que la muerte no existe!”. Y como lo sintió tan real, me dijo desesperada: “Graciela, sos inteligente, ¡por favor sonreí!”.

Ese mismo día, al rato, me llama otra amiga de Nico para decirme que soñó con él, que iba al cementerio y tenia que pasar por lugares muy feos, y cuando llegaba a Nico lo veia y le decia: “¿Por qué dejaste que pasara por todos estos lugares para llegar a vos?” y él la abrazaba y lloraba. Ella le preguntó qué le pasaba, y él le dijo: “Nada, está todo bien, la abuela me esta ayudando”. Yo supongo que se refería a esa señora, porque no dijo “mi abu”, dijo la abuela, y según la hija esa señora era muy especial, ya que a ella la sacó de la calle y la crió, era muy protectora con los chicos...

Más tarde, también el mismo día, viene un amigo de Nico desesperado y nos llama a todos para que nos sentemos, que tenía algo para contar. Estaba re ansioso, y nos dice: “No sabés lo que me pasó: soñé con Nico, pero no era un sueño, era como que estuve con él”. Dice que estaban los 4 amigos que siempre estaban con Nico, reunidos en una casa, y de repente estaba Nico con ellos como antes, pero ellos en todo momento sabían lo que había pasado, y él le pregunta: “¿Qué haces vos acá?”. Y Nico le dice: “Ayúdenme, mi vieja hace una semana que no para de llorar”. Y él le dice: “Quédate tranquilo que nosotros siempre vamos a verla y tratamos de ayudarla”. Y el amigo le pregunta: “¿Qué es lo que te pasó?, ¿no viste el tren?”. Y Nico le dice: “Yo no me acuerdo de nada, yo me dormí y después me desperté en mi casa como siempre y estoy con ustedes como siempre”. Y él le pregunta: “¿Pero te quedas para siempre?”. Y Nico le dice: “No creo, por ahora sí”.

Todos soñaron esto la misma noche, ninguno tiene relación entre sí, y todos sintieron la necesidad de contármelo... Otro sueño llamativo, que no tiene que ver con lo anterior, lo tuvo el papá de uno de los mejores amigos de Nico (desde jardín de infantes son amigos, desde que tenían 3 años). El papá maneja un camión de larga distancia, y soñó que estaba atrapado en un tunel donde se acumula nieve y quedan por días ahí adentro; esto le pasó muchas veces en la realidad. En el sueño se le aparecía Nico muy luminoso y vestido de blanco, se subía al camión, se sentaba al lado de él, y le decía: “Quédate tranquilo, que ahora yo me voy y se abre el paso, no te va a pasar nada, por ahora no quiero a nadie acá conmigo. Mal ahí lo que hiciste con tu familia, Fede lloró mucho conmigo, me contó todo una noche en tu casa”. Y se iba y se abría el tunel y él podía salir.

Ese fue el sueño, pero al otro día vino a mi casa a contarnos llorando terriblemente y da la casualidad que en casa estaba el hijo , Fede, el amigo de Nico. Él habia dejado a la familia y se fue con otra mujer, y llorando le pregunta al hijo: “¿Vos le contaste a Nico lo que pasó cuando me fui de casa?”. Y Fede se pone a llorar también y le dice: “Sí, una noche estábamos en casa jugando a la play, le conté todo a Nico y lloré mucho”. En ese momento llorábamos todos: ellos por su situación familiar, nosotros por Nico, y todos en el fondo emocionados porque Nico en el sueño le dijo justamente algo que habia pasado y nunca antes Fede lo comentó...

Ver Fenómenos visuales (Espectros: Aparición de Nico)

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