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Son productos constituidos por uno o varios nutrientes, destinados a complementar la alimentación, y que se consumen por vía oral.

Prebióticos

Son sustancias (principalmente de origen vegetal) no digeribles (carbohidratos de cadena corta) que estimulan el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas para la flora intestinal (son alimento de probióticos), favorecen la absorción de grasas, facilitan la absorción del calcio y otros minerales, colaboran activamente en la síntesis de vitaminas del complejo B y de la vitamina K, y son antimicrobianos y anticancerígenos.

Son prebióticos la fibra alimentaria (la parte de las plantas comestibles que resiste la digestión y absorción en el intestino delgado humano y que experimenta una fermentación parcial o total en el intestino grueso), la inulina (carbohidrato que forma parte de la fibra alimentaria hidrosoluble), los fructooligosacáridos (FOS; derivados de la inulina que contienen fructosa), los galactooligosacáridos (GOS; se encuentran en las semillas de soja y la leche) y la lactulosa (azúcar sintético compuesto por los monosacáridos fructosa y galactosa, usado como medicamento para el tratamiento del estreñimiento y la encefalopatía hepática).

 

Alimentos que contienen inulina y FOS (de más a menos): raiz de bardana (antibacteriana y antiséptica, actua sobre los microorganismos de la piel, normaliza el porcentaje de azúcar en la sangre, depurativa al estimular la producción de bilis y por su efecto diurético; está indicada en caso de acné, eczema, forúnculos y otras afecciones de la piel), piña del agave tequilana (agave de Tequila - ciudad de México -, agave azul; la piña o cabeza del agave es también la parte aprovechable para la elaboración de tequila), tubérculo del ñame (yam en inglés; es alimento básico en Nueva Guinea - Oceanía, 2ª mayor isla del mundo, norte de Australia - y África occidental, y su consumo es importante también en el Caribe), tubérculo de la alcachofa de Jerusalén (raiz de tupinambo, pataca), raiz de diente de león, raíz de achicoria, ajo común, tubérculo del yacón (planta cultivada en los Andes del Perú), alcachofa, puerro, cebolla, espárrago, y también la contienen la avena, centeno, cebada, alfalfa, trigo, tomate, remolacha azucarera, caña de azúcar, soja, manzana, plátano y miel.

Los alimentos ricos en inulina o fructooligosacáridos han sido conocidos desde la antigüedad como “estimulantes de la buena salud”.


Probióticos

Son microorganismos vivos, principalmente bacterias y levaduras (hongos) que, agregados como suplemento en la dieta (en cápsulas, en polvo, o incorporadas a un alimento - yogur o bebidas lácteas -), en cantidades suficientes, permanecen activos en el intestino (son capaces de mantenerse vivos a lo largo del tubo digestivo y adherirse a la mucosa intestinal) y contribuyen al equilibrio de la flora intestinal y a potenciar el sistema inmunológico.

Lactobacillales (bacterias del ácido láctico)

Son las bacterias más usadas y estudiadas, estrechamente ligadas a los productos lácteos. Son anaeróbicas facultativas (pueden vivir en ambientes con oxígeno o sin él). La mayoría de sus miembros convierte lactosa y otros monosacáridos (los azúcares más simples, que no se descomponen) en ácido láctico. Habitan en el cuerpo humano y en el de otros animales; por ejemplo, están presentes en el tracto gastrointestinal y en la vagina. Muchas especies son importantes en la descomposición de material vegetal. La producción de ácido láctico hace que su ambiente sea ácido, lo cual inhibe el crecimiento de bacterias dañinas.

Las lactobacillales más conocidas son:

- Lactobacillusacidophilus (se emplea para tratar diarreas porque reequilibra la flora intestinal eliminando la flora bacteriana nociva que provoca la descomposición), casei (muchos estudios han demostrado sus efectos beneficiosos sobre las defensas del organismo y sobre el nivel de colesterol y triglicéridos sanguíneos), plantarum (en un estudio publicado en 2001 se constató una mejoría en la sintomatología global del SII), bulgaricus, rhamnosus.

- Streptococcus thermophilus, faecium, etc.

Los lácteos fermentados (yogur, queso, kéfir, por ejemplo) proceden de la fermentación de la leche por acción de las bacterias del ácido láctico, que incrementa la vida útil y de consumo del lácteo, mejorando la digestibilidad del mismo frente a la leche.

Kéfir (“bendición” en turco)

Es una asociación simbiótica de bacterias probióticas y levaduras (lactobacillus acidophilus y saccharomyces kefir, respectivamente, son las más habituales), de aspecto similar a nódulos de coliflor, pero más blando. 

El kéfir de leche (lo hay también de agua y de té) se alimenta de ella (crece), y la fermenta, formando la leche kefirada (leche espesa parecida a un yogur casero, a la que también se le llama kéfir). Los nódulos de kéfir no se disuelven en la leche, por lo que hay que colarlo. El kéfir favorece la digestión (aumenta la secreción de los jugos digestivos, estimula el peristaltismo, sin generar gases ni dolores, desdobla la lactosa en glucosa y galactosa, por lo que puede ser consumido incluso por las personas con intolerancia a la lactosa), es un auténtico regenerador de la flora intestinal (por lo que es muy aconsejable tomarlo después de un tratamiento antibiótico), indicado en el estreñimiento (el kéfir de 24 horas actúa como laxante y el de 36 como astringente - sustancia que con su aplicación externa local retrae los tejidos y produce una acción cicatrizante, antiinflamatoria y antihemorrágica -), la úlcera péptica, colitis ulcerosa, previene y cura el herpes, se usa en el tratamiento de la anemia, problemas renales, hipertrofia prostática, artritismo reumático, asma, bronquitis, cirrosis, colecistitis (inflamación de la pared de la vesícula biliar), colelitiasis (formación de cálculos en la vías biliares, sobre todo en la vesícula), problemas hepáticos (ya que ayuda a la producción de las vitaminas del grupo B y a neutralizar el colesterol), afecciones de piel (eccema, psoriasis, micosis) e infecciones vaginales. Nunca se han observado contraindicaciones ni intoxicaciones con el kéfir... O sea, una verdadera panacea, o “bendición”.

Los nódulos de kéfir provienen del Cáucaso (Armenia, Georgia, Azerbaiyán, región montañosa entre el Mar Negro y el Mar Caspio). Es un ser vivo que no pertenece exactamente ni al reino vegetal, ni al reino animal, ya que los hongos son una especie autónoma, cuya nutrición es similar a la de los animales, pero con un desarrollo similar al de los vegetales. En 1980 habia en la región del Caúcaso 123 personas con más de cien años. Los cereales, verduras (judías, cebollas, mucho ajo), frutas y leche (fermentada con kéfir) formaban una parte importante de su dieta. No probaban el azúcar. El 70% de las calorías eran de origen vegetal y el resto procedía de los productos lácteos. La literatura científica ha relacionado en los últimos años la longevidad de estas poblaciones caucásicas con el consumo de productos de leche fermentada como el yogur y el kéfir.

Bifidobacterias

Son uno de los mayores géneros de bacterias saprófitas (aquellas que se nutren de los residuos procedentes de otros organismos, tales como hojas muertas, cadáveres o excrementos) de la flora intestinal, las bacterias que residen en el colon. Son anaeróbicas obligadas (viven en ambientes sin oxígeno). Producen ácido láctico y ácido acético como principales productos derivados de la fermentación de la glucosa. Ayudan en la digestión, suprimen los microorganismos patógenos del intestino a través de un sistema de autolimpieza, están asociadas con una menor incidencia epidemiológica de alergias y previenen algunas formas de crecimiento de tumores. Son los microorganismos dominantes en la materia fecal de bebés alimentados con leche materna. Las bifidobacterias más conocidas son:

- Bifidobacterium bifidum, animalis (la leche fermentada con B. animalis acelera el tránsito intestinal, y reduce la distensión abdominal y las molestias digestivas, en mujeres con SII-C, según el Estudio Belt, de enero de 2009), infantis (en un estudio publicado en 2005 se constató una mejoría en la sintomatología global del SII), longum (de los más estudiados: mejora el entorno intestinal, ayuda a mantener un sistema inmunitario sano, a combatir las infecciones y favorece la fuerza ósea), etc.

Simbióticos

Son aquellos alimentos funcionales (los elaborados para cumplir una función nutritiva específica, dentro de la idea general de mejorar la salud o prevenir enfermedades) que contienen una mezcla de productos alimenticios prebióticos y probióticos.

Fibrasan

Es un producto simbiótico, combinación de prebióticos (extracto de avena y achicoria, a partes iguales) y probióticos (Streptococcus thermophilus y faecium, Lactobacillus acidophilus, rhamnosus, casei y bulgaricus, Bifidobacterium bifidum, infantis), especialmente indicado para el Síndrome del intestino irritable.

Enzimas digestivas vegetales

Bromelaína (se obtiene de la piña, ayuda a digerir las proteínas y es antiinflamatoria) y papaína (se obtiene de la papaya, es una enzima similar a la pepsina humana- enzima digestiva que degrada las proteínas en el estómago -, y es antiinflamatoria). No se recomiendan en niños, mujeres embarazadas o durante la lactancia, y en caso de úlceras en el aparato digestivo.

Complejo Polivitamínico (con minerales y oligoelementos)

En el caso del Síndrome del intestino irritable serían adecuados los siguientes suplementos: Vitamina A (interviene en la formación de la mucosa intestinal), vitaminas del complejo B (refuerzan el SNC, son antiestrés - ayudan a tolerar mejor el estrés -), vitamina C (contrarresta la acidosis, favorece el sistema inmunológico), magnesio (favorece el peristaltismo intestinal y ayuda a reducir el nivel de estrés), zinc (mejora la reacción al estrés, es un antiinflamatorio).


Levadura de cerveza (Saccharomyces cerevisiae)

Es un hongo unicelular que procede de la descomposición del gluten contenido en la cebada. Se cultiva a partir de la cebada germinada (malta) y luego se debe secar por debajo de los 70ºC para no destruir uno de sus principales ingredientes, que son las vitaminas. Se utiliza industrialmente en la fabricación de pan, cerveza y vino. Puede estar activa (viva, vivificable) o inactiva (seca). La levadura viva (en comprimidos, sin excipientes - sustancias inactivas usadas para incorporar el principio activo -) permite obtener un beneficio probiótico, añadido a un óptimo contenido nutritivo, y sería la forma ideal de consumo. Sin embargo, es posible que produzca trastornos gastrointestinales en el caso de personas con Intestino irritable, ya que la levadura viva fermenta los carbohidratos, con producción de anhídrido carbónico. Por lo tanto, en principio sería la levadura seca de cerveza el suplemento dietético adecuado en el caso del SII, mejor sin tratamiento de desamargado (se toma poca cantidad cada día y se mezcla con la comida).

La levadura de cerveza de alta calidad, elaborada especialmente para fines alimentarios y nutritivos, es la que proviene de la fermentación aeróbica de las melazas, un producto lateral de la producción de azúcar de caña y de remolacha.

Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las levaduras de cerveza dietéticas provienen de la fermentación de la cerveza, son un subproducto de la industria cervecera. Dicha fermentación implica el empleo de grano (arroz, trigo, etc.), malta, levadura activa y las flores secas del lúpulo. El hecho de añadir lúpulo a la fermentación aporta el sabor característico a la cerveza, pero provoca un sabor amargo a la levadura de cerveza seca obtenida como subproducto. El tratamiento para librarla de su sabor amargo, en el cual se utilizan la sosa cáustica, el ácido clorhídrico y el carbonato de sosa, destruye una proporción importante de sus vitaminas (algo como un 40%).

La levadura de cerveza tiene un altísimo contenido en proteínas (48g/100g, más del doble que la carne en general; sólo tienen más proteínas el alga espirulina, con 65g/100g, las orugas, con 53g/100g, y los insectos en general, a la par que el lomo embuchado de cerdo, con 50g/100g ambos) de alto valor biológico (con todos los aminoácidos esenciales), por lo cual es un complemento habitual en dietas vegetarianas. Es el alimento con mayor contenido en fósforo (1800mg/100g, que es 8 veces más que el pescado; hay que tenerlo en cuenta para compensarlo con calcio, especialmente con el sésamo: ver alimentos ricos en calcio en Mitos alimentarios/Leche, calcio y vitamina D). Es muy rica en potasio (1500mg/100g, que es 4 veces más que el plátano; el alimento más rico en potasio es el sanky, una fruta cactácea andina, endémica de Chile y Perú, con algo como 1910mg/100g, 5 veces más que el plátano). Tiene también un alto contenido en magnesio (230mg/100g; las semillas de cacao y las pipas de calabaza son los alimentos más ricos en magnesio - 550 y 535mg/100g -, seguidos por las pipas de girasol). Tiene un alto contenido en hierro (17,5mg/100g, más del doble que las lentejas; el alga espirulina, con 150mg/100g, es el alimento más rico en hierro que se conoce, con gran diferencia, con un contenido 20 veces mayor que el de las lentejas, seguida por el alga espagueti de mar y el dulse). Es una excelente fuente de vitaminas del complejo B (B1 o tiamina, B2 o riboflavina, B3 o niacina, B5 o ácido pantoténico, B6 o piridoxina, B8 - vitamina H - o biotina, B9 o ácido fólico - es el alimento con mayor contenido, con mucha diferencia, 0,9mg/100g, que es 7 veces más que las espinacas -, y B12 o cianocobalamina). Tiene un contenido altísimo en zinc (aunque pudiera no parecerlo en comparación con el alimento más rico en zinc, con gran diferencia, que son las ostras: 8mg/100g y 39mg/100g respectivamente). Es el alimento con mayor contenido en cromo conocido (el cromo interviene en el metabolismo de la glucosa, potenciando la acción de la insulina, y controla los niveles de colesterol en sangre, impidiendo que se formen placas en las paredes arteriales). Es rica en selenio (un importante antioxidante que se utiliza en los tratamientos contra el cáncer).

Es excepcionalmente elevado (0,45%) su contenido en glutation (GSH; es una pequeña molécula - tripéptido - que contiene 3 aminoácidos: ácido glutámico, cisteína y glicina), el mayor antioxidante endógeno producido por las células, esencial en el sistema inmunológico, que participa directamente en la neutralización de radicales libres y agentes carcinógenos, así como en el mantenimiento de los antioxidantes exógenos (los que son aportados por la dieta, como la vitamina C y E en sus formas activas).

Desempeña un papel fundamental en numerosas reacciones metabólicas y bioquímicas como la síntesis y reparación del ADN, la síntesis de proteínas, la síntesis de prostaglandinas, el transporte de aminoácidos y la activación de enzimas. Por lo tanto, todos los sistemas del cuerpo pueden ser afectados por el estado del sistema de glutatión, especialmente el sistema inmunitario, el sistema nervioso, el sistema gastrointestinal y los pulmones.

Los radicales libres causan alteraciones de las membranas celulares y de otras estructuras, alterando el ADN y en general los componentes proteicos, lipídicos, etc., y pueden llegar a causar muerte celular. Se producen naturalmente en el cuerpo, pero las toxinas ambientales, incluyendo los rayos ultravioleta, el cigarrillo, y la polución del aire, también pueden aumentar el número de estas partículas dañinas. Se cree que los radicales libres intervienen en el proceso de envejecimiento, así como en los Trastornos cardiovasculares y el cáncer (las principales causas de muerte por enfermedad en el mundo occidental). El glutatión y sus enzimas derivadas pueden neutralizar los radicales libres y ayudar a prevenir muchos de los daños que causan. Así que buenos niveles de glutatión son fundamentales en la lucha contra el cáncer.

Cuando el nivel de glutatión desciende (que sea acompaña de descenso del óxido nítrico; al descender el nivel de radicales libres, aumentan los niveles de óxido nítrico), aumentan las inflamaciones y se originan diversas enfermedades crónicas (principalmente la ateroesclerosis; ver Trastornos cardiovasculares, principio), que mejoran cuando se restablecen los niveles de glutatión. Así pues, es un componente fundamental para la vida: si escasea en la célula, existe la posibilidad de enfermar e incluso morir.

La levadura de cerveza es una fuente de material indispensable para la formación y restauración celular (proteínas y aminoácidos esenciales; acelera la recuperación tras una enfermedad; en algunas clínicas se utiliza, para el tratamiento de las quemaduras, un hidrolizado de levadura de cerveza, con lo que se obtiene un alivio inmediato del dolor y una cicatrización más perfecta y más rápida), es un antioxidante natural (retrasa el envejecimiento de las células de nuestro cuerpo), ayuda a regular los niveles de glucosa sanguínea (beneficia a los diabéticos), refuerza el sistema nervioso y el funcionamiento cerebral (vitaminas del complejo B, sobrecargas intelectuales; indicada en la enfermedad de Alzheimer, enfermedades mentales, estrés, ansiedad o depresión), es un suplemento indicado para sobrecargas físicas (trabajo o entrenamientos deportivos), refuerza el sistema digestivo (facilita la evacuación intestinal, el crecimiento de bacterias probióticas, la regeneración de la flora bacteriana, al mismo tiempo que combate las putrefacciones que tienen lugar en el tubo digestivo, por cuya razón constituye una de las llamadas sustancias depurativas naturales), es un excelente estimulante hepático, especialmente en cuanto a sus funciones desintoxicantes (metionina - aminoácido esencial - (indicada en la hepatitis), vitaminas del complejo B, vitamina B7 o colina, selenio, glutation), ayuda a controlar el peso, está indicado contra la anemia (hierro), antes y durante el embarazo (el ácido fólico es imprescindible en la mujer en el periodo anterior al embarazo y los tres primeros meses del mismo si quiere evitar retrasos mentales o espina bífida en el feto), refuerza la piel, pelo y uñas (en muchos institutos de belleza se utiliza la levadura de cerveza para conseguir un cutis más terso y suave), optimiza el adecuado desarrollo infantil (impidiendo las carencias vitamínicas que lo retrasan y perturban), es ideal en la adolescencia (riqueza nutritiva, zinc - mineral clave en el cambio hormonal -, contra el acné), en el adulto la falta de vitaminas ocasiona debilidad muscular, nerviosismo, insomnio, calambres en el estómago y gran irritabilidad, síntomas que son combatidos con las vitaminas de la levadura de cerveza; es beneficiosa para la hipertensión, problemas de tiroides.

En la levadura de cerveza se encuentran concentradas más sustancias nutritivas que en cualquier otro alimento conocido. Es un complemento proteico en dietas vegetarianas y dietas hipocalóricas estrictas. Pueden tomarla tanto los diabéticos como los celiacos.

Las personas que padezcan de artritis (la gota es un tipo de artritis), o sean propensos a la formación de cálculos renales, no podrán consumir más de 30g por día, ya que la levadura tiene un alto contenido en purinas, y, cuando son metabolizadas en el interior de las células, se produce ácido úrico.

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