Es un estado de alegría excesiva (desproporcionada respecto a cualquier acontecimiento positivo), acompañado de una excesiva actividad física (excitación psicomotriz) y de fuga de ideas. Esto referido tanto a la manía propiamente dicha, como a la hipomanía, difiriendo sólo en grado.
Los dos formas de manía son, en la mayoría de los casos, episodios de un trastorno bipolar (de tipo I en el caso de la manía, y de tipo II o ciclotímico en el caso de la hipomanía).
La rareza de los casos de manía unipolar (sin depresión) hace que, en el DSM IV, no se considere una categoría independiente, y se incluya dentro del trastorno bipolar tipo I (cuyo rasgo diferencial básico es la presencia de manía).
La hipomanía unipolar ni siquiera aparece en la literatura. Se piensa que podría existir en la población general, pero al ser una forma atenuada de manía, pasaría desapercibida a efectos de poderse reportar como trastorno.
Para definir las características de la manía e hipomanía, y los criterios para el diagnóstico, seguiré el DSM IV, donde se califican de episodios.
Manía (episodio maníaco)
A. Un período delimitado y persistente en el que hay un estado de ánimo anormalmente elevado, expansivo o irritable, que dura al menos 1 semana (o cualquier duración si es necesaria la hospitalización)
B. Durante el período de alteración del estado de ánimo han persistido 3 o más de los siguientes síntomas (4 si el estado de ánimo sólo es irritable):
1) Autoestima exagerada o grandiosidad (ideas deliroides o delirantes). Dependiendo de la gravedad de la manía puede haber ideas deliroides (falsas, corregibles en cierta medida, comprensibles por depender del estado de ánimo -si el estado emocional se normaliza, desaparecen-) o ideas delirantes (falsas, irrebatibles por argumentación lógica y no comprensibles por el estado de ánimo)
2) Disminución de la necesidad de dormir (por ejemplo, se siente descansado después de dormir sólo 3 horas)
3) Está más hablador de lo habitual o necesita hablar continuamente
4) Fuga de ideas (saltos súbitos de un pensamiento a otro, sin desarrollar por completo ninguno, que se expresa en un flujo casi continuo de habla acelerada, con cambios temáticos bruscos, que habitualmente se basan en asociaciones comprensibles, estímulos que distraen la atención o juegos de palabras; cuando es grave, el habla puede ser incoherente y desorganizada) o experiencia subjetiva de que los pensamientos se suceden a gran velocidad
5) Distraibilidad (por ejemplo, la atención se desvía demasiado fácilmente hacia estímulos externos banales o irrelevantes)
6) Aumento de la actividad dirigida hacia un objetivo (social, laboral, escolar, académico, o sexual) o agitación psicomotora
7) Implicación excesiva en actividades con una alta posibilidad de consecuencias negativas, sin que sea reconocido por el sujeto. Por ejemplo, gastar dinero en juergas, hacer compras excesivas, indiscreciones sexuales o invertir en negocios absurdos
C. Los síntomas no cumplen los criterios para el episodio mixto (donde el sujeto experimenta estados de ánimo que se alternan con rapidez: tristeza, irritabilidad, euforia) durante al menos 1 semana, en el que casi cada día se cumplen los criterios tanto para un episodio maníaco como para un episodio depresivo mayor)
D. La alteración del estado de ánimo es suficientemente grave como para provocar un notable deterioro en el trabajo, en las actividades sociales habituales o en las relaciones con los demás, o para necesitar hospitalización con el fin de prevenir los daños a uno mismo o a los demás, o hay síntomas psicóticos (ideas delirantes)
E. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejemplo una droga, un medicamento u otro tratamiento) ni están superpuestos a una esquizofrenia, ni a un trastorno esquizofreniforme, ni a un trastorno delirante o psicótico no especificado
Hipomanía (episodio hipomaníaco)
Es una manía atenuada, donde no se da el criterio D. O sea, no conlleva un marcado deterioro laboral o social, no requiere hospitalización y nunca aparecen ideas delirantes.