Son los cambios corporales normales que acompañan cualquier actividad mental.
El ser humano existe a través de su cuerpo; todo lo que somos, pensamos, sentimos, proyectamos, expresamos, o realizamos, se expresa corporalmente. El sentido de las respuestas fisiológicas, para una persona determinada, se hace comprensible conociendo su biografía.
Existen, sin embargo, una serie de reacciones psicosomáticas que generalmente tienen el mismo sentido emocional. Es útil considerarlo para desarrollar la comprensión psicosomática (conocimiento vivencial del sentido emocional preciso de los síntomas físicos).
Rubor
Físicamente se produce por la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel. La persona siente un calor que arranca desde la altura del corazón y va subiendo por el cuello hasta la cara, e incluso hasta el cuero cabelludo.
Psicológicamente lo que subyace al rubor es un deseo de aprobación, o un deseo de convencer a alguien de algo. El miedo al rechazo, a no convencer, el sentimiento de culpa o vergüenza por el deseo mismo, explican ésta reacción psicosomática.
El rubor es una rendición ante la opinión que se supone en el otro, que, más en el fondo, es la manifestación de una inseguridad básica respecto al propio valor.
Un ejemplo es el de hablar en público, o alusiones sexuales embarazosas.
Temblor de párpado
Ante una situación, real o imaginada, de amenaza, nuestro cuerpo se prepara para luchar o huir. La capacidad de mirar a alguien fijamente indica falta de miedo, así que los temblores o tics en la zona de los ojos indican todo lo contrario. Dan a entender que nos sentimos amenazados, nerviosos, vulnerables, y que nos estamos preparando para un ataque (los párpados se vuelven muy sensibles en prevención de un ataque a la cara). Los recuerdos de bofetadas físicas o verbales refuerzan el instinto predeterminado de defensa y se produce el temblor de párpado.
Anticipar una crítica de un superior puede ser un ejemplo.
Piel de gallina
Fisiológicamente la piel (carne) de gallina se produce por frío (con el fin de preservar el calor interno del cuerpo) y por razones emocionales (formando parte de la reacción de lucha-huida). Se produce una contracción involuntaria de los pequeños músculos que rodean los folículos pilosos de la piel de la cabeza, brazos, o de todo el cuerpo.
Su sentido emocional tiene que ver con la supervivencia, con la percepción repentina de peligro (que se ve claramente en animales como el perro o el gato, que, ante un ruido inesperado, se asustan y erizan los pelos del cuerpo), o también puede ser un estremecimiento de placer o alegría ante hechos o recuerdos agradables que, sin embargo, implican, de alguna manera, peligro (es el caso, por ejemplo, de un sentimiento de atracción fuerte hacia el novio de una amiga, o la sutil sensacion de que una experiencia actual es tan placentera que tememos que alguien nos la quite).
Manos y pies fríos
Se produce una contracción de los vasos sanguíneos de las extremidades, disminuyendo la aportación de sangre a las mismas.
En el caso de las manos frías hay que tener en cuenta el deseo de "extender la mano y tocar" (física o simbólicamente), al que acompaña la represión de ese deseo, expresado en unos dedos fríos e insensibilizados. Existe el condicionamiento social de "mirar y desear, pero no tocar". Una severa autoconsciencia de las reglas sociales lleva a un excesivo respeto de las mismas, limitando la propia satisfacción de necesidades.
Los pies fríos expresan el conflicto entre el deseo de querer algo, y tenerle miedo al mismo tiempo. Un ejemplo es el de los novios, que estando apunto de casarse, tienen los pies helados, expresando el miedo que les da hacerlo.
Boca seca
El sistema nervioso simpático (SNS) actúa preparando el cuerpo para luchar o huir, con lo cual deja en suspenso las funciones no necesarias para la supervivencia inmediata. La sangre que riega las glándulas salivares se dirige ahora a los músculos, y la boca se seca.
La boca seca indica, casi siempre, un estado de nerviosismo o de miedo.
Mentalmente se desea algo (puede ser un aumento de sueldo, satisfacción sexual "ilícita", o aprobar la lectura de un ejercicio práctico de una oposición), y, a la vez, existe el miedo a algo relacionado con satisfacer ese deseo (puede ser la desaprobación de algún compañero de trabajo, que la pareja lo descubra, o que el tribunal de la oposición se tome a chufla lo que se expone).
Picor de ojos
Cuando nos pican los párpados, lo que nos lleva a rascarlos o frotarlos, es como si las lágrimas estuviesen dispuestas a salir pero quedasen contenidas.
Lo que subyace a este picor son Ideas elicitadas por algún estímulo (relato, película, música, etc.), que significan para nosotros tristeza, melancolía, o, también, alegría (de alegría también se llora). El sentimiento queda contenido igual que las lágrimas.
Cuando nos emocionamos por algo que nos relata un amigo, por una película, o por alguna canción, lo que se produce es una resonancia con nuestras propias vivencias. El llanto real, o contenido, relacionado con éstos estímulos tiene más que ver con la propia subjetividad que con el hecho externo.
Goteo de la nariz
La nariz es una zona muy elocuente emocionalmente por la cantidad de terminaciones nerviosas, conectadas a grandes zonas del cerebro.
El goteo de nariz tiene un bonito significado, puesto que se trata de lágrimas (es como agua, de sabor salado) asociadas a ligeros sentimientos de desilusión, tristeza, desánimo, o percepción de pequeños desprecios.
Físicamente las lágrimas proceden de los conductos lacrimales, situados en el ángulo exterior de los ojos. Si algo nos hace sentir ligeramente mal (incluso puede ser que no seamos conscientes de ello), la producción de lágrimas aumenta, pero no tanto como para desbordar el ojo y caer por el rostro; sólo para desbordar los senos etmoides, produciendo un goteo repentino de la nariz.
Estreñimiento
El orgullo infantil respecto a la evacuación del vientre, asimilándolo a un logro, no tarda mucho en desaparecer, puesto que, con el tiempo, el niño se va dando cuenta que el hecho no tiene especial trascendencia para el mundo en general, y que, además, es mejor no hablar del tema con nadie más...
Con el tiempo, la asociación llegará a ser: evacuación del vientre (algo sucio y feo) con "dejar salir" las palabras y sentimientos sucios y feos. La educación normalmente desaprueba la expresión de las emociones no positivas respecto a los demás: tristeza, resentimiento o ira. El sesgo sexista en la educación, que enseña a la mujer que es mejor "callar y aguantar", antes que hacerse valer ante personas o situaciones difíciles, se hace patente en el hecho de que el estreñimiento afecte mucho más a las mujeres que a los hombres.
Si una persona acostumbrada a "sufrir en silencio" y a no expresar ira, resentimiento o tristeza, por miedo a disgustar a otros, empieza a ser más asertiva y a dejar salir su lado menos amable, entonces, y en la misma medida, desaparecerán los problemas de retención de la evacuación.
Hemorroides
Suelen ser consecuencia de estar demasiado tiempo de pie, o sentado, y un exceso de tensión o estrés. Cuando estamos demasiado nerviosos o estresados, los músculos anales se tensan hasta el punto de obstaculizar la circulación y obligar a la sangre a retroceder. La sangre se acumula entonces en una vena, y ésta se hincha o se produce una fractura en la pared de la vena que sale del recto.
Las dinámicas emocionales de las hemorroides y del estreñimiento son semejantes, de hecho se presentan muchas veces juntos.
Diarrea
Los episodios aislados de diarrea están asociados a sentimientos de ira o agresividad fuerte y repentina. Se produce mientras se experimentan estos sentimientos, o inmediatamente después.
La diarrea crónica, que degenera en colitis grave, con deposiciones sangrientas y deshidratación, se ve con mayor frecuencia en personas agradables exteriormente, pero que están llenas de ira encubierta. Lo indicado sería una psicoterapia, pero, de hecho, suelen ser intervenidos quirúrgicamente en drásticas operaciones que no garantizan una solución.
Tos
Estamos apunto de decir algo, se abre la tráquea para dar entrada al aire y dar salida a las palabras. En ese momento cambiamos de opinión y la saliva entra por la tráquea abierta, con lo que se pone en marcha el reflejo de la tos destinado a expulsar la saliva que se ha ido "por mal sitio".
Mientras tosemos no podemos hablar, con lo que nos hemos atragantado con nuestras propias palabras...
Cuando ocurre este tipo de tos, es probable que se tengan sentimientos contradictorios respecto al tema sobre el que se esté conversando, o reflexionando. La tos expresa entonces la indecisión entre hablar o no hablar (para no delatarse).
Ruidos intestinales
Los borborigmos son los sonidos generados por el movimiento de los gases a través de los intestinos. Algunas veces son sólo una señal de hambre. En otras ocasiones aparecen cuando menos se espera, y resultan tan ruidosos como embarazosos.
En estos casos pueden indicar que hemos tenido un pensamiento pasajero y que hemos querido expresarlo, pero no lo hemos hecho. Parecen estar relacionados con el deseo de hablar cuando se está en presencia de otra persona. Pueden ser situaciones en las que no es conveniente decir algo, aunque nos apetezca: por ejemplo, dar nuestra opinión mientras escuchamos en silencio una conferencia, acompañados por otra persona.
Bostezo
Tiene un sentido psicosomático mucho más interesante que el significado habitual de cansancio, sueño o aburrimiento. El bostezo es preludio del sueño, y el sueño es un refugio ante las situaciones o los estados de ánimo de infelicidad, por lo que se puede inferir que el bostezo puede ser una expresión física de vivenciar algo que no nos gusta, y de lo que queremos escapar o huir. Así adquieren total sentido aquellas ocasiones en que bostezamos y no estamos en absoluto cansados, ni tampoco aburridos.
Las situaciones sociales de compromiso, incómodas y no deseadas pueden ser un buen ejemplo.
Estornudo
Si dejamos de lado los estornudos de resfriados o alergias (que tienen su propia carga psicosomática), nos quedan esos estornudos sin causa aparente (la mayoría de la gente no discrimina, y lo asocia siempre con aquellas alteraciones) que aparecen de forma inesperada en cualquier momento.
Los pelos de la nariz se ponen de punta, nos hacen cosquillas y estornudamos.
Es interesante este tipo de estornudo porque en realidad está relacionado con el placer. Se produce cuando se nos presenta (o imaginamos) algo placentero, algo que signifique éxito, o cuando una circunstancia feliz está presente.
Ha sido llamado el orgasmo del rostro, y, entre los siglos XVII y XIX, en los ambientes aristocráticos europeos era costumbre la inhalación por la nariz de rapé (tabaco molido, habitualmente aromatizado, procedente de América, y de alto precio), que provocaba dicho "orgasmo".
A lo largo de un proceso de Terapia Online o Presencial, tal como yo la realizo, es un logro habitual el desarrollo de la comprensión psicosomática, que nos permite encontrar sentido a las Expresiones psicosomaticas, y, por tanto, conocernos mejor. Pueden ver algunos de estos cambios corporales en el contexto de procesos de psicoterapia, en su mayoría online, en el grupo de enlaces de Somatizaciones, en la página de Testimonios