La vivencia de la contrariedad


Al Sufrimiento

No te busco, te acepto;

a veces voy a tu encuentro.

Puedes incomodar o herir,

desanimar o deprimir,

abrumar o hundir.

Exigente y perfeccionista,

sutil e insidioso.

Muchos son los recuerdos;

sin rencor miro hacia atrás;

sin miedo avanzo cada vez

hacia una mayor libertad.

José Miguel Martín Vázquez

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El sufrimiento del inocente

El Santo Job, reconocido por la Iglesia Católica como modelo de santidad (su santo se celebra el 10 de mayo), es un personaje bíblico, prototipo de rectitud, fe en Dios y paciencia, al que el Diablo puso a prueba (respecto a su fe y virtud), con el permiso de Dios (a condición de respetar su vida), arruinándolo por completo, y en todos los sentidos, al causarle desgracias como la pérdida de todo su ganado, de sus sirvientes, muerte de sus 10 hijos, pobreza absoluta (acaba viviendo en el vertedero de la ciudad), y enfermedades. Pero terminó teniendo el doble de riquezas, y otros siete hijos y tres hijas...

Los antecedentes de la terrible escena del cuadro “Satán contagiando a Job las úlceras malignas”, de William Blake, son la pérdida de todos sus bueyes, asnas, ovejas, camellos, servidores, y la muerte de sus 7 hijos y 3 hijas... O sea, unas circunstancias que hubieran bastado por sí mismas para que Job desarrollara úlceras, así como otras enfermedades... Job se limitó a decir "Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allí. El Señor me lo dio y el Señor me lo quitó: ¡bendito sea el nombre del Señor!".

“Y salió Satán de delante de Jehová, e hirió a Job con llagas malignas desde la planta de los pies hasta la coronilla”. Su mujer se revuelve contra Dios y le dice a Job: "¿Todavía vas a mantenerte firme en tu integridad? Maldice a Dios y muere de una vez". Pero él le respondió: "Hablas como una mujer insensata. Si aceptamos de Dios el bien, ¿no aceptaremos también el mal?".

Más adelante, ante el continuado sufrimiento, Job pierde en parte su temple, y llega a maldecir el día de su nacimiento, pero aun así no llega a renegar de Dios...

El sufrimiento del inocente, la vivencia de la injusticia, podría entenderse como producto del Azar (la mala suerte), de la lógica del Principio de Causa y Efecto (atribuyendo una o varias razones a la sucesión de hechos), o como parte de un Plan de Dios o del Destino (la Providencia o el Karma).

Si consideramos las filosofías orientales, y la confirmación de las mismas por la Física Cuántica, podemos plantear un cuarto marco de entendimiento, que integraría cualquier otro: lo llamaré Interrelación Holística, una dinámica red de relaciones entre elementos cuyo significado surge de sus correlaciones con la totalidad (ver mandala y sinfonía, como representación de El Todo). Aquí hablaríamos de probabilidad (en vez de suerte), de una trama de causas y efectos interrelacionados (en vez de una relación lineal causa y efecto), y de un Todo (el Tao) imposible de vivenciar desde el interesado vivir cotidiano. Sólo desde el distanciamiento respecto al Ego cabe entender algunas cosas que nos pueden suceder, y que, en otro caso, nos resultarían incomprensibles.

La historia de Job se puede asemejar a una partida de Ajedrez, organizada por Dios (llamémosle El Todo - T -), a instancias de Satanás, que representa el mal (M, Rey negro - m -), con una cierta intencionalidad (probar la fe de un ser humano excepcional, dejando a la humanidad una historia ejemplarizante...) y con la condición de que M no pueda acabar con la vida de Job, que representa el bien (B, Rey blanco - b -), que expresado en términos ajedrecísticos sería no poder darle jaque mate.

B desconoce que juega una desigual partida contra el mismísimo M. La partida se va desarrollando, y M, en poco tiempo, ha destruido todo lo que B tiene: sirvientes, posesiones, hijos (peones, torres, caballos y alfiles). Un poco más adelante, B pierde incluso el importante apoyo de su mujer (dama).

B queda sólo frente al poderoso ejército M. El problema es si resistirá o no éste terrible y abrumador Destino, si abandonará o no la partida (si se mantiene recto o tumbará su b, suponiendo ésto el alejamiento respecto a T).

La conclusión de la partida es la derrota de M, puesto que, aun quedando en el tablero el b desnudo, frente a m y todo su ejército, y aun desconociendo B que no podía recibir jaque mate..., B se mantiene recto en el Camino, y no tumba su b, quedando la historia de Job como un ejemplo fantástico de trascendencia del Ego, y, también, del poder de la Mente sobre la materia...

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